Y hoy termino con mi saga de comentarios políticos de esta semana: pero quiero terminar bien, por lo grande.
En primer lugar, sigo entendiendo que la política ha degenerado (no es algo reciente, por supuesto) a un mecanismo puro de obtención y retención del poder que hace imponerse al tacticismo electoral por encima del interés del electorado.
Así se explica la especulación de Podemos, así se entiende la inactividad del PP, así se explica la ambigüedad y el funambulismo retórico de Ciudadanos y así se entiende que el PSOE fuera a cuchillo a por Podemos en estas elecciones (se entiende que compiten por un nicho electoral similar pero, no obstante, los argumentos para contrarrestar a la formación morada no tendrían que haber sido los mismos que los de PP y Ciudadanos: acusar de populismo sin explicar el porqué realmente eso es populismo o, más bien, qué significa y qué no populismo solo se puede explicar a la luz del enemigo que quiere debilitar sin importarle el cómo).
En primer lugar, sigo entendiendo que la política ha degenerado (no es algo reciente, por supuesto) a un mecanismo puro de obtención y retención del poder que hace imponerse al tacticismo electoral por encima del interés del electorado.
Así se explica la especulación de Podemos, así se entiende la inactividad del PP, así se explica la ambigüedad y el funambulismo retórico de Ciudadanos y así se entiende que el PSOE fuera a cuchillo a por Podemos en estas elecciones (se entiende que compiten por un nicho electoral similar pero, no obstante, los argumentos para contrarrestar a la formación morada no tendrían que haber sido los mismos que los de PP y Ciudadanos: acusar de populismo sin explicar el porqué realmente eso es populismo o, más bien, qué significa y qué no populismo solo se puede explicar a la luz del enemigo que quiere debilitar sin importarle el cómo).
A la postre no se
ha hablado mucho de los problemas de los ciudadanos de España... aunque
tampoco hacía falta, porque la mayoría los tenemos muy presentes. Pero,
cuanto menos, hubiera sido interesante hablar de posibles SOLUCIONES a
esos problemas. Y no hubiera estado de más, puestos a pedir, el
compromiso de contra-argumentar estas posibles soluciones en base a
argumentos racionales, razonados y estudiados (y no en base a apelar al
puro miedo y desconocimiento).
Para concluir me despido con un comentario acerca de una entrevista que estaban emitiendo hace un rato en Antena 3 a Maroto del PP (aun no estará el vídeo), en la que decía que PP, PSOE y Ciudadanos debían llegar a una serie de pactos que combatieran los principales problemas de España (paro, desigualdad, corrupción,, y alguno más que no recuerdo) para vaciar de contenido el discurso de Podemos. Pero... Señor Maroto: eso es un error. Los posicionamientos políticos diferentes no solo viven de factores sociales coyunturales adversos, sino de la convicción personal de que hay diferentes maneras de hacer las cosas. Y eso sucede, señor Maroto, porque muy a su pesar, no existe la Verdad, sino verdades. Verdades pequeñitas a las que se llega por consenso. Ni usted, ni su partido, ni nadie va alcanzar la Realidad Absoluta y nos va a iluminar con ella para acabar con la ignorancia. Eso no es, ni puede ser nada. Por eso: cabe leer. Leer mucho más y reflexionar. A los grandes pensadores, por supuesto (sí, señor Rivera: a Kant también).
Porque sino, se acaban diciendo disparates como el de Maroto sin ser conscientes de haberlos dicho. Porque en el fondo, aunque él no lo sepa, tras ese argumentario está la eliminación del Otro y de la Diferencia. Hay un discurso sobre el Bien y sobre el mal (que no es sino ausencia de Bien) y, por tanto, se haya el germen de la discordia máxima: la que no resuelve problemas sino que LOS ELIMINA.
Para concluir me despido con un comentario acerca de una entrevista que estaban emitiendo hace un rato en Antena 3 a Maroto del PP (aun no estará el vídeo), en la que decía que PP, PSOE y Ciudadanos debían llegar a una serie de pactos que combatieran los principales problemas de España (paro, desigualdad, corrupción,, y alguno más que no recuerdo) para vaciar de contenido el discurso de Podemos. Pero... Señor Maroto: eso es un error. Los posicionamientos políticos diferentes no solo viven de factores sociales coyunturales adversos, sino de la convicción personal de que hay diferentes maneras de hacer las cosas. Y eso sucede, señor Maroto, porque muy a su pesar, no existe la Verdad, sino verdades. Verdades pequeñitas a las que se llega por consenso. Ni usted, ni su partido, ni nadie va alcanzar la Realidad Absoluta y nos va a iluminar con ella para acabar con la ignorancia. Eso no es, ni puede ser nada. Por eso: cabe leer. Leer mucho más y reflexionar. A los grandes pensadores, por supuesto (sí, señor Rivera: a Kant también).
Porque sino, se acaban diciendo disparates como el de Maroto sin ser conscientes de haberlos dicho. Porque en el fondo, aunque él no lo sepa, tras ese argumentario está la eliminación del Otro y de la Diferencia. Hay un discurso sobre el Bien y sobre el mal (que no es sino ausencia de Bien) y, por tanto, se haya el germen de la discordia máxima: la que no resuelve problemas sino que LOS ELIMINA.
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